Los posibles beneficios y riesgos del consumo de marihuana a corto y largo plazo son un tema de investigación y debate en curso. Es importante tener en cuenta que la marihuana no está exenta de riesgos y que los efectos pueden variar de una persona a otra.
Beneficios
Corto plazo:
Alivio del dolor: la marihuana puede ser eficaz para reducir el dolor crónico, especialmente el dolor neuropático.
Reducción de las náuseas y los vómitos: la marihuana puede ser eficaz para reducir las náuseas y los vómitos, especialmente en pacientes sometidos a quimioterapia.
Aumento del apetito: la marihuana puede aumentar el apetito en pacientes con afecciones como el cáncer y el SIDA.
Relajación y reducción del estrés: la marihuana puede inducir sensaciones de relajación y reducir el estrés y la ansiedad en algunas personas.
Mejora del sueño: la marihuana puede ayudar a algunas personas a conciliar el sueño más rápido y a permanecer dormidas por más tiempo.
Largo plazo:
Tratamiento del glaucoma: la marihuana puede reducir la presión intraocular, lo que puede ayudar a retrasar la progresión del glaucoma.
Manejo de la esclerosis múltiple: la marihuana puede ayudar a aliviar los espasmos musculares y el dolor asociados con la esclerosis múltiple.
Tratamiento de la epilepsia: se ha demostrado que el cannabidiol (CBD), un compuesto no psicoactivo de la marihuana, reduce la frecuencia de las convulsiones en algunas formas de epilepsia.
Trastorno de estrés postraumático (TEPT): algunas investigaciones sugieren que la marihuana puede ayudar a aliviar los síntomas del TEPT, como las pesadillas y la ansiedad.
Enfermedad inflamatoria intestinal (EII): hay evidencia preliminar de que la marihuana puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar los síntomas en personas con EII, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

Riesgos
Corto plazo:
Deterioro de la memoria y la concentración: la marihuana puede afectar la memoria a corto plazo, la atención y la capacidad de tomar decisiones.
Deterioro de la coordinación motora: la marihuana puede afectar la coordinación motora, lo que hace que sea peligroso conducir o manejar maquinaria.
Aumento de la frecuencia cardíaca: la marihuana puede aumentar la frecuencia cardíaca, lo que puede ser problemático para las personas con afecciones cardíacas.
Ansiedad y paranoia: en algunas personas, la marihuana puede causar ansiedad, paranoia y ataques de pánico.
Psicosis: en casos raros, el consumo de marihuana, especialmente en dosis altas, puede desencadenar síntomas psicóticos, como alucinaciones y delirios.
Largo plazo:
Problemas respiratorios: fumar marihuana puede irritar los pulmones y aumentar el riesgo de bronquitis crónica y otros problemas respiratorios.
Trastorno por consumo de cannabis: el consumo regular de marihuana puede provocar un trastorno por consumo de cannabis, caracterizado por la dependencia, la tolerancia y los síntomas de abstinencia.
Problemas de salud mental: existe un vínculo entre el consumo de marihuana y un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad y la psicosis, especialmente en personas con predisposición genética.
Problemas cognitivos: el consumo crónico de marihuana, especialmente durante la adolescencia, puede estar asociado con problemas cognitivos a largo plazo, como dificultades de memoria y aprendizaje.
Impacto en el desarrollo del cerebro: el consumo de marihuana durante la adolescencia puede interferir con el desarrollo del cerebro, lo que puede tener consecuencias a largo plazo en la función cognitiva y la salud mental.
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